Reseña Hex Hall II: Desafío, Rachel Hawkins

Título: Desafío
Título original: Demonglass
Autor: Rachel Hawkins
Editorial: Destino
ISBN: 9788408100164
Nº páginas: 280 págs.
Precio: 14.95 €
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Saga
1. Condena
2. Desafío
3. Embrujo

Sinopsis

Creo que marcharme a Londres para someterme a la Extracción no ha sido una buena idea. ¡Yo solamente quería que me quitaran los estúpidos poderes que tengo! Pero aquí parece que todo se está complicando: descubro que en el mundo existen más demonios aparte de mi padre y yo, el Ojo insiste en matarme y debo decidirme por Cal, mi prometido, o Archer, mi… ¿enemigo?

Opinión personal

Puede haber spoilers del libro anterior.

Los descubrimientos (impactantes y dolorosos) del final del libro anterior me dejaron colgada de un hilo, muerta de ganas de saber más. La verdad es que Condena fue muy sorprendente y esperaba que en Desafío la trama decayera. Me alegra poder decir que no ha sido así: si bien no ha sido todo lo novedoso que fuera el primero (de todas formas, suele pasar: como la primera entrega de una saga ninguna te vuelve a sorprender o a emocionar), sí que me ha gustado mucho y ha mantenido el listón. Ha sido una lectura tremendamente ágil que me he terminado antes de darme cuenta.

La historia comienza seis meses después de la huida de Archer, la muerte de Elodie y del descubrimiento de que, en realidad, la sarcástica e inocente Sophie es un demonio. Tendrá que aprender a controlar el caos que crea con sus poderes o, quizá, buscar una alternativa al mal que considera ser. Sophie es una protagonista magnífica, ya lo dije en la reseña anterior, y adoro su lado caótico y atolondrado, pero también me ha parecido muy positivo ver a una chica un poco más responsable, más consciente y capaz de tomar decisiones complicadas y altruistas. Me ha gustado verla madurar, crecer, enfrentarse con dignidad (sin perder ese punto histriónico) a situaciones muy duras.

Como buena segunda novela de trilogía, es un poco libro de transición, la protagonista debe centrarse y aprender, aunque no por ello faltarán las escenas de acción o las sensualmente cargadas (no mucho, que es juvenil xD). En ningún momento me ha parecido que el ritmo decayera y creo que la autora ha sabido ir manteniendo mi atención dosificando correctamente las partes más sosegadas, los tópicos (hay alguno que me ha encantado, y no digo más) y los momentos más intensos (que hay alguno que me ha dejado sin respiración):

Apretó la moneda contra mi mano.

—¿Te quedarás en Londres? —preguntó.

—No, en Thorne Abbey. Queda en…

—Te encontraré —dijo, cerrando mis dedos sobre la moneda —. Consérvala.

—No —dije, tirándole de la manga —. Archer, en Thorne Abbey está el Concilio, además de mi padre, que ha dado la orden de que te ejecuten.

—Tenemos muchas cosas de que hablar, Mercer —dijo, mirando hacia el callejón —. Correré el riesgo.

Ay, Archer... ¡me ha dado tantos disgustos como alegrías! Pero esos son los personajes que al final apreciamos más: me gusta la tragedia y los amores imposibles, y en lo que va de trilogía parece que de eso hay bastante. Las escenas de "quiero y no puedo" son tan deliciosas como desesperantes. Algunas me han dejado con ganas de muchas más. Además, el punto sarcástico y bromista que la protagonista comparte con el chico da lugar a diálogos muy, muy divertidos de esos que nos hacen esbozar sonrisas tontorronas o soltar carcajadas nerviosas.

Sin embargo, un nuevo protagonista masculino (que realmente no es nuevo porque ya aparecía en el primer ejemplar, pero no se le dio la importancia merecida) se presenta en escena. Cal. Es un personaje muy dulce: siempre atento, educado y considerado. Además, sus principales talentos, la sanación y la jardinería, lo hacen aún más adorable. Parece que lo tiene todo, pero no me ha acabado de convencer. O quizá es que la Rachel Hawkins no nos lo ha vendido lo suficientemente bien.

Pero, si hay algo que no me ha gustado, y eso le ha bajado la nota a la novela, es que la autora no haya desarrollado todo lo posible el potencial que creo que tenía Cal y que no le haya sacado todo el jugo que podría haber tenido su relación con Sophie. He echado de menos escenas de ambos que ahondaran en los pensamientos o emociones de cada uno, que me hicieran comprender mejor qué sentían o simplemente, quería haberme regodeado con suculentas escenas de amor-odio-celos. Aunque, obviamente, esto ha repercutido en que el protagonismo masculino recaiga casi completamente en Archer (para mi absoluto regocijo) y en su genialidad. La autora ha intentado, con leves pinceladas, mostrarnos que entre Cal y la protagonista había algo real, pero a mí no me ha llegado. Salvo, quizá, cuando toma un par de decisiones cruciales que le honran, justo al final: ahí si he visto una entrega total y ha conseguido tocarme la fibra sensible. Espero que Embrujo le dé alguna oportunidad más de lucirse.

Si el desenlace de Condena me dejó con la boca abierta (y el corazón un poquito roto), el final de Desafío ha sido un tornado arrollador que me ha dejado muy, muy rota. ¿Por qué, señora autora? No ha sido tan sorprendente (aunque sí ha contado con un par de giros argumentales muy interesantes), pero ha ganado en profundidad y en emotividad.

Valoración personal: