Título original: Throne of Glass
Autor: Sarah J. Maas
Editorial: Alfaguara
ISBN: 9788420403670
Nº páginas: 530 págs.
Precio: 16,95 €
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Saga
1. Trono de cristal
2. Sin título
3. Sin título
Sinopsis
Tras un año de trabajos forzados en las minas de sal, la joven asesina Celaena Sardothien ha sido convocada por el príncipe del Reino de Endovier. Celaena no ha acudido con la intención de acabar con la vida del príncipe, sino con el deseo de conquistar su libertad. Si vence a veintitrés asesinos, ladrones y guerreros en una competición a vida o muerte, será liberada de prisión para ejercer como campeona real.
El príncipe la aconsejará. El capitán de la guardia la protegerá. Pero algo maligno se esconde en el palacio de cristal, y está allí para matar. Mientras sus competidores van muriendo uno a uno, la lucha de Celaena por conquistar su libertad se convierte en una lucha por sobrevivir y en una incesante búsqueda del origen del mal antes de que destruya el mundo.
Opinión personal
Los spoilers, si los hay, estarán debidamente indicados.
Esperaba una buena historia desde que leí la sinopsis de esta novela; y muchos ya sabéis por experiencia que tener las expectativas altas es peligroso en numerosas ocasiones. Lo bueno para mí es que ¡Trono de cristal me ha encantado! Me esperaba algo bueno y ¡he leído algo aún mejor! Ya llevaba tiempo buscando una protagonista y una historia de este estilo.
Celaena Sardothien es una despiadada asesina condenada a realizar trabajos forzados en las minas de sal, un lugar terrible en donde las condiciones de trabajo y vida son espantosas: el castigo tiene como objetivo destrozar a los condenados, por dentro y por fuera. Sin embargo, la suerte de Celaena cambia cuando se le presenta la oportunidad de ser la campeona del rey.
Me ha encantado que, teniendo en cuenta que es una novela juvenil, la historia no está para nada edulcorada y la autora nos muestra una visión realista y descarnada de los peligros a los que se enfrenta la protagonista. Celaena tendrá que pasar duras pruebas en su lucha por la supervivencia frente a los otros campeones potenciales y tendrá que demostrar que es la mejor en todos los sentidos. Es apasionante la construcción del personaje principal, tiene muchos matices y, si bien, es dura, rebelde y bien preparada; también tiene otro lado que iremos descubriendo poco a poco con algunos detalles que nos muestra la escritora. Aunque en general Celaena me ha caído bien y he conectado con ella, ha habido momentos en los que la he encontrado un poco contradictoria en cuanto a "soy la mejor asesina de la historia (y no me canso de repetirlo) pero a veces me quejo de insignificancias". Algunas partes me han chocado en ese sentido; de todas formas, nada muy grave y totalmente perdonable.
A parte de las pruebas a las que tendrá que enfrentarse la protagonista para lograr sobrevivir, la joven se topará con el típico triángulo amoroso propio de la novela juvenil. Sabéis cuánto me gustan estos enredos cuando están bien construidos; bien, pues puedo decir que en este caso, los tres lados de este triángulo me han convencido. En primer lugar por los dos personajes me han encantado, Chaol Westfall, el capitán de la guardia, y el príncipe Dorian. Por supuesto, tengo mi favorito pero ambos son dignos merecedores del título de campeón del corazón de nuestra protagonista. En segundo lugar, me ha parecido muy acertado que la autora haya sido coherente con la crudeza de la historia y con el carácter de cada personaje y haya adaptado su romance a esas características previamente fijadas por ella. Por desgracia, es muy frecuente que los autores se olviden de las características de sus protagonistas y los transformen por completo en algo que no son una vez que caen rendidos a los pies de la dama o del caballero. Por suerte, no es el caso de esta novela y la tónica general es la coherencia y la aplicación del dicho "las prisas no son buenas".
El ritmo de la historia es trepidante y la acción no da ni un respiro al lector. Esto, en sí mismo, es algo muy positivo; sin embargo, la abundancia de narración va en detrimento de las descripciones, que a veces se han quedado un poco cortas para poder imaginarnos y construir correctamente el mundo que la autora ha ideado. Esa es mi principal crítica a la obra. Por lo demás, una joyita para recordar mucho tiempo.
Celaena Sardothien es una despiadada asesina condenada a realizar trabajos forzados en las minas de sal, un lugar terrible en donde las condiciones de trabajo y vida son espantosas: el castigo tiene como objetivo destrozar a los condenados, por dentro y por fuera. Sin embargo, la suerte de Celaena cambia cuando se le presenta la oportunidad de ser la campeona del rey.
Me ha encantado que, teniendo en cuenta que es una novela juvenil, la historia no está para nada edulcorada y la autora nos muestra una visión realista y descarnada de los peligros a los que se enfrenta la protagonista. Celaena tendrá que pasar duras pruebas en su lucha por la supervivencia frente a los otros campeones potenciales y tendrá que demostrar que es la mejor en todos los sentidos. Es apasionante la construcción del personaje principal, tiene muchos matices y, si bien, es dura, rebelde y bien preparada; también tiene otro lado que iremos descubriendo poco a poco con algunos detalles que nos muestra la escritora. Aunque en general Celaena me ha caído bien y he conectado con ella, ha habido momentos en los que la he encontrado un poco contradictoria en cuanto a "soy la mejor asesina de la historia (y no me canso de repetirlo) pero a veces me quejo de insignificancias". Algunas partes me han chocado en ese sentido; de todas formas, nada muy grave y totalmente perdonable.
A parte de las pruebas a las que tendrá que enfrentarse la protagonista para lograr sobrevivir, la joven se topará con el típico triángulo amoroso propio de la novela juvenil. Sabéis cuánto me gustan estos enredos cuando están bien construidos; bien, pues puedo decir que en este caso, los tres lados de este triángulo me han convencido. En primer lugar por los dos personajes me han encantado, Chaol Westfall, el capitán de la guardia, y el príncipe Dorian. Por supuesto, tengo mi favorito pero ambos son dignos merecedores del título de campeón del corazón de nuestra protagonista. En segundo lugar, me ha parecido muy acertado que la autora haya sido coherente con la crudeza de la historia y con el carácter de cada personaje y haya adaptado su romance a esas características previamente fijadas por ella. Por desgracia, es muy frecuente que los autores se olviden de las características de sus protagonistas y los transformen por completo en algo que no son una vez que caen rendidos a los pies de la dama o del caballero. Por suerte, no es el caso de esta novela y la tónica general es la coherencia y la aplicación del dicho "las prisas no son buenas".
El ritmo de la historia es trepidante y la acción no da ni un respiro al lector. Esto, en sí mismo, es algo muy positivo; sin embargo, la abundancia de narración va en detrimento de las descripciones, que a veces se han quedado un poco cortas para poder imaginarnos y construir correctamente el mundo que la autora ha ideado. Esa es mi principal crítica a la obra. Por lo demás, una joyita para recordar mucho tiempo.
Valoración personal:
