Reseña El baile de las chicas muertas, Rachel Caine

Título: El baile de las chicas muertas
Título: The Dead Girls' Dance
Autor: Rachel Caine
Editorial: Versátil 
ISBN: 9788492929054
Nº páginas: 320 págs. 
Precio: 16,50 €
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Saga
1. La mansión Glass
2. El baile de las chicas muertas
3. El callejón de la medianoche
4. Baile de máscaras
5. El Señor del Caos
6. Carpe Corpus

Sinopsis

Buenas noticias, chicas: ¡aquí están vuestras citas!
Claire Danvers no lo tiene precisamente fácil: es un genio en una universidad que valora más el físico que el cerebro, debe enfrentarse a unas compañeras de residencia homicidas y, sobre todo, acaba de descubrir que la ciudad en la que vive está llena de vampiros. Aunque, por otro lado, tiene un compañero de piso genial (con tendencia a desparecer cuando sale el sol) y un novio, Shane, cuyo padre cazavampiros acaba de regresar a Morganville con refuerzos: una banda de moteros punk ávidos de venganza.
Malas noticias, chicas: están muertos.
Una fraternidad está a punto de celebrar su baile anual de las chicas muertas y -¡sorpresa!- Claire y su mejor amiga, Eve, quien tampoco figura en la lista de las más populares de la ciudad, han sido invitadas. Aunque cuando descubran el motivo, será demasiado tarde. Porque esta vez tanto los vivos como los muertos tienen ganas de fiesta… y todos están sedientos de sangre.

Opinión personal

Los spoilers, si los hay, estarán debidamente indicados.

La primera entrega de la saga Los Vampiros de Morganville me sorprendió para bien en muchos aspectos. Sin duda, ha sido todo un descubrimiento. Sin embargo, pese a todas las bondades que le encontré a La Mansión Glass, la historia se me hizo poco consistente, me supo a poco. Por fortuna, la autora ha sabido enmendar, pero que muy bien, ese fallito y esta segunda parte, El baile de las chicas muertas, me ha dejado un estupendo sabor de boca. Desde luego las horribles portadas que tienen estos libros no les hacen en absoluto justicia. Y de todas, esta es con diferencia la peor. Pero voy a tomarme muy al pie de la letra eso de "no juzgues un libro por su portada" y voy a convenceros de que os la leáis por su interior.

La historia comienza exactamente donde se quedó La Mansión Glass, es decir, la acción es trepidante desde el primer momento. Y no deja de serlo en todo el libro. Es más, yo diría que la tensión no para de crecer y cuando llegué al último tercio de la novela no pude dejar de leer porque me resultó totalmente adictiva. A medida que pasaba las páginas, el libro se iba volviendo una espiral en la que los sucesos no dejaban de inquietarme y de la que no quería salir para no perderme nada.

En esta entrega, vemos una cara aún más malvada de los vampiros, idea que me parece muy novedosa si tenemos en cuenta el panorama actual de la literatura paranormal juvenil. En ocasiones he sentido verdadera angustia, e incluso impotencia, ante las desgracias de los personajes, por ver cómo les pasaban cosas horribles y que no pudieran hacer nada contra ellas. La novela es asfixiantemente atractiva.

La relación entre los cuatros personajes principales se hace cada vez más estrecha y profunda. Dicen que las situaciones desesperadas unen a a las personas. Estos cuatro desde luego saben lo que es estar desesperado. Hay momentos deliciosos que nos dejan con la miel en los labios. Personalmente, quiero más encuentros Shane-Claire.

Eve sigue en su línea, con una peculiar combinación de rasgos que la definen: mortalmente divertida y reina del drama. La autora nos muestra pinceladas del pasado de Eve y aparece fugazmente un personaje que tengo el presentimiento de que va a dar bastante juego en las próximas entregas. Michael sigue adorable, porque lo es, y tiene algunos momentos estelares en los que se luce (y uno en concreto me dejó literalmente helada y fascinada), sin embargo, Shane le eclipsa la mayoría del tiempo. No porque Michael no sea increíble, sino porque Shane es mucho Shane. Y eso que en esta novela el personaje más cabezota y sexy de Morganville no aparece demasiado, por lo menos no activamente, por algo que no quiero revelar. Conocemos muchos aspectos de su trágico pasado, lo que me hizo quererlo y comprenderlo aún más. ¿Y Claire? Pues me ha demostrado que vale su peso en oro como protagonista femenina. Es incansable, inteligente y luchadora. Desde luego, intentarlo, lo intenta. A veces se pasa de inocente, pero nada demasiado grave, solo un defecto que la ha puesto en peligro de muerte alguna que otra vez...

El final es un torbellino de emociones y acontecimientos que me dejó sin respiración en varios momentos. Es un poco más cerrado que el anterior (casi me da un infarto cuando leí cómo terminó La Mansión Glass) aunque me sigo muriendo de ganas por continuar con El callejón de la medianoche.

Valoración personal