Título original: For Darkness Shows the Stars
Autora: Diana Peterfreund
Editorial: Oz
ISBN: 9788494172908
Nº páginas: 384 págs.
Precio: 17,90 €
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Saga
1. En la oscuridad resplandecen las estrellas
2. Across a Star-Swept Sea
Sinopsis
Han pasado generaciones desde que el experimento genético que tenía que transformar la tierra fracasó y devastó a la humanidad generando una sociedad de nobles luditas que someten a los post-reduccionistas y los utilizan como sirvientes. Elliot North es una ludita disciplinada que dirige la finca de su padre. Cuando Kai, su sirviente y primer amor, le pide fugarse con él, ella lo rechaza, pero se arrepiente durante años. Ahora Kai ha vuelto y Elliot tiene una segunda oportunidad, pero sabe que eso significaría traicionar todo lo que le enseñaron a creer.
Opinión personal
Los spoilers, si los hay, estarán debidamente indicados
Esta novela lleva en mi lista de deseos muchos meses, desde antes incluso que se supiera que Oz la iba a publicar en español. ¿Y por qué? Habéis acertado: mi primer enamoramiento fue por la portada. Luego poco a poco fui leyendo más sobre la historia y los personajes y me empezó a llamar la atención también por otras razones.
En primer lugar, que sea una versión del clásico de Jane Austen Persuasión me pareció muy original e interesante. Adoro las versiones de otras novelas: ver otros puntos de vista que no se le ocurrieron al autor original siempre es atractivo. Por lo tanto, valoré la posibilidad de leerme primero la novela original y después En la oscuridad resplandecen las estrellas para poder aprovechar las obras cronológicamente; sin embargo, leí por ahí que mucha gente no lo había hecho y lo había disfrutado igual, así que opté por comenzar a leerlo en ese momento.
También me ha fascinado la maravillosa capacidad de la autora para construir este mundo distópico basado en el clásico y desarrollarlo de forma exhaustiva y coherente (desde la sociedad divida en clases hasta las relaciones personales condicionadas por la situación que viven los personajes). La sociedad está separada en tres castas (luditas, reducidos y post) muy diferentes entre sí por sus características. Esto plantea una complicada situación social en la que el malestar entre ciertos grupos de personas o personajes es obvio. En este contexto de división viven nuestros protagonistas, Elliot y Kai, dos jóvenes pertenecientes a mundos diferentes determinados por su nacimiento y por su procedencia. Además, las descripciones del entorno son estupendas.
Me ha sorprendido el ritmo del argumento: desde luego, está muy alejado de la rapidez y pasión con que suceden las cosas, sobre todo los romances, en las novelas juveniles. La historia se va desarrollando poco a poco, sin prisa pero sin pausa, eso sí. De esta forma, vamos viendo cómo la autora sienta bien las bases del argumento y nos introduce poco a poco en la psicología de los personajes. También la relación entre los protagonistas se cuece a fuego lento: se conocen desde pequeños y paulatinamente empieza a nacer entre ambos una serie de sentimientos muy tiernos, vamos creciendo con ellos y los vemos evolucionar de la amistad al amor.
Ambos se enfrentan a decisiones que cambiarán sus vidas: elegir entre sus creencias o el amor es una experiencia muy dura que marca a nuestros personajes. Debido a la complicada situación con la que tienen que convivir, tienen que superar dolorosos obstáculos y tomar difíciles decisiones que los harán crecer como personas, juntándolos o separándolos para siempre.
Me ha parecido un punto muy positivo: es de esas historias en las que cada palabra se saborea tranquilamente.
Como toda buena distopía, el libro nos plantea cuestiones sociales y morales que invitan a la reflexión, sobre todo, lanza la pregunta del alcance de la ciencia y de hasta qué punto es adecuado que los seres humanos jueguen a ser dioses y explora las consecuencias que pueden tener esos avances si no se les pone límites o si se utilizan con determinados fines más o menos éticos.
En primer lugar, que sea una versión del clásico de Jane Austen Persuasión me pareció muy original e interesante. Adoro las versiones de otras novelas: ver otros puntos de vista que no se le ocurrieron al autor original siempre es atractivo. Por lo tanto, valoré la posibilidad de leerme primero la novela original y después En la oscuridad resplandecen las estrellas para poder aprovechar las obras cronológicamente; sin embargo, leí por ahí que mucha gente no lo había hecho y lo había disfrutado igual, así que opté por comenzar a leerlo en ese momento.
También me ha fascinado la maravillosa capacidad de la autora para construir este mundo distópico basado en el clásico y desarrollarlo de forma exhaustiva y coherente (desde la sociedad divida en clases hasta las relaciones personales condicionadas por la situación que viven los personajes). La sociedad está separada en tres castas (luditas, reducidos y post) muy diferentes entre sí por sus características. Esto plantea una complicada situación social en la que el malestar entre ciertos grupos de personas o personajes es obvio. En este contexto de división viven nuestros protagonistas, Elliot y Kai, dos jóvenes pertenecientes a mundos diferentes determinados por su nacimiento y por su procedencia. Además, las descripciones del entorno son estupendas.
Me ha sorprendido el ritmo del argumento: desde luego, está muy alejado de la rapidez y pasión con que suceden las cosas, sobre todo los romances, en las novelas juveniles. La historia se va desarrollando poco a poco, sin prisa pero sin pausa, eso sí. De esta forma, vamos viendo cómo la autora sienta bien las bases del argumento y nos introduce poco a poco en la psicología de los personajes. También la relación entre los protagonistas se cuece a fuego lento: se conocen desde pequeños y paulatinamente empieza a nacer entre ambos una serie de sentimientos muy tiernos, vamos creciendo con ellos y los vemos evolucionar de la amistad al amor.
Ambos se enfrentan a decisiones que cambiarán sus vidas: elegir entre sus creencias o el amor es una experiencia muy dura que marca a nuestros personajes. Debido a la complicada situación con la que tienen que convivir, tienen que superar dolorosos obstáculos y tomar difíciles decisiones que los harán crecer como personas, juntándolos o separándolos para siempre.
Me ha parecido un punto muy positivo: es de esas historias en las que cada palabra se saborea tranquilamente.
Como toda buena distopía, el libro nos plantea cuestiones sociales y morales que invitan a la reflexión, sobre todo, lanza la pregunta del alcance de la ciencia y de hasta qué punto es adecuado que los seres humanos jueguen a ser dioses y explora las consecuencias que pueden tener esos avances si no se les pone límites o si se utilizan con determinados fines más o menos éticos.
Valoración personal: