Reseña Furia, L. J. Smith

Título: Furia
Título original: The Fury
Autor: L. J. Smith
Editorial: Destino
ISBN: 9788408084518
Nº páginas: 256 pags
Precio: 14,96€
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Saga Crónicas Vampíricas
1. Despertar
2. Conflicto
3. Furia
4. Invocación

Sinopsis

Elena se ha transformado en lo que más temía y, tal vez, deseaba... Stefan Salvatore no puede creer que la muchacha haya escogido a su hermano Damon, y planea enfrentarse a él en una batalla final. Sin embargo, los hermanos Salvatore deberán dejar sus disputas aparte y unirse para luchar con un desconocido y salvaje enemigo... el verdadero asesino de Elena.

Opinión personal

Los spoilers, si los hay, estarán debidamente indicados.

Historia dramática y oscura.

Furia empieza exactamente por donde se quedó Conflicto y, en mi opinión, el principio es impactante. Ya el primer capítulo está lleno de acción y de situaciones inesperadas. Disfruté particularmente este primer capítulo. Me dejó sin respiración. El resto del libro es ligero y ágil. De lectura fácil y amena. Está lleno de sucesos, peligros y emociones, sin un momento para descansar o despistarse.

El regreso de Elena de entre los muertos es impactante e interesante y hace que el personaje evolucione aún más, vea las cosas desde otro punto de vista y termine de madurar. La progresión de la protagonista a lo largo de estos tres libros es lenta, adecuada y, sobre todo, se agradece. Cada vez es menos repelente y más aceptable. Como la chica ha compartido tanta sangre de ambos hermanos, regresa a este mundo convertida en vampiro. Sin duda, un punto a favor de la trama, ya que no es muy común que la perfecta enamorada del vampiro se transforme. Esta nueva situación a la que se enfrenta la protagonista sin duda da mucho juego entre ella y el hermano Salvatore malvado. La situación en la que se encuentra es desesperada y necesita ayuda para entender lo que le está pasando y para aceptarlo, esto hace que el vampiro empiece a mostrar un lado más afable, más colaborador. Vemos en profundidad otros aspectos de este personaje, L. J. Smith nos muestra toda una nueva cara de Damon, lo que hace que sea el personaje más interesante y más lleno de matices de la saga. La relación entre Elena y Damon se desarrolla y eso provoca la ira de Stefan. La tensión entre los tres es evidente pero tendrán que colaborar entre ellos si quieren vencer a un mal mucho más grande que ellos que está amenazando Fell's Church. Es conmovedor ver cómo, por Elena, estos dos hermanos enfrentados a muerte desde hace siglos, se unen para descubrir quien acecha sus vidas.

En este libro también se explica mucho más la habilidad mágica de Bonnie, cosa que se agradece para entender cómo es ella, lo que puede hacer y hasta dónde puede llegar. Sin embargo, Matt, el perfecto exnovio de Elena sigue igual y a veces me desespera leer todo lo que puede arrastrarse y rebajarse por ella.

En resumen, un buen libro en el que no paran de pasar cosas que nos empujan hacia adelante en la historia. Una vez más el final invita a levantarse corriendo del sillón y coger el siguiente libro para seguir leyendo.

Valoración personal:

Citas

Elena penetró en el claro.
Bajo sus pies, jirones de hojas otoñales se congelaban en la nieve fangosa. Había oscurecido, y aunque la tormenta empezaba a amainar, el bosque se volvía cada vez más frío. Elena no sentía el frío. Tampoco le importaba la oscuridad. Sus pupilas se abrieron completamente, recogiendo diminutas partículas de luz que habrían sido invisibles para un humano. Distinguió con toda claridad las dos figuras que forcejeaban bajo el gran roble.

Ella le sonrió, mostrando sus dientes afilados.
—Claro que lo sé. Eres Damon, y te amo.

Tenía que encontrar a Stefan. Si existía alguna ayuda para ella él la conocería. Y si no la había...bueno, aun le necesitaría mas entonces. No había otro lugar en el que deseara estar que no fuera con él.

No podría soportar que él la rechazara; si él la odiaba ahora, ella se moriría... Con un gemido, intentó estar aún más pegada a él, deseó fusionarse por completo con él, desaparecer en su interior.

—Stefan, por favor, no lo hagas, no ahora. Ni siquiera pensar en Damon, sólo en la eternidad. Me asusta. Todo respecto a esto me asusta y en ocasiones pienso que simplemente quiero echarme a dormir y no volver a despertar jamás…

—¿Estás dispuesto a quedarte con Elena todo el tiempo que estéis allí? ¿Cada minuto? —preguntó.
—Intenta impedírmelo —respondió Damon en tono divertido. Luego hizo desaparecer la sonrisa—. ¿Por qué?

—Quería que os quisierais —prosiguió Katherine con tono perplejo—, pero no quisisteis hacerlo. Y me sentí fatal. Pensé que si creíais que había muerto, os querríais el uno al otro. Y sabía que tenía que marchar, de todos modos, antes de que papá empezara a sospechar lo que era yo.