Clásico (1) El retrato de Dorian Gray

Título: El retrato de Dorian Gray
Autor: Oscar Wilde
Editorial: Alianza
ISBN: 9788423323609
Nº páginas: 320 pags
Precio: 9.90 €
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Sinopsis

Joven agraciado y bellísimo, dotado de «toda la pasión del espíritu romántico y toda la perfección de lo griego», Dorian Gray es, cuando lo retrata el distinguido pintor Basil Hallward, la encarnación de la armonía vital incorrupta. Sin embargo, inevitablemente, las pasiones, la maldad, el impetuoso torrente de la vida, irrumpen en su existencia. Para su asombro, Gray descubre que es su retrato quien va asumiendo su deterioro físico y moral, protegiendo, en apariencia, su inmaculada imagen.

Época y lugar

La novela se desarrolla en el Londres de finales del siglo XIX, en plena época victoriana. Como todas estas novelas, o casi todas, reflejan la sociedad de la alta burguesía y de la nobleza. Gente que vive de las rentas y pasan el tiempo de una reunión social a una fiesta y de una exposición artística u obra de teatro a una ópera o baile. Todo lo que tiene que ver con estas personas, el autor, nos lo retrata de una forma bella, con gusto exquisito y delicado. Todo lo que tiene que ver con la gente artesana y popular (obreros, sirvientes, etc.) los retrata como personas feas, apestosas y poco recomendables. Muestra una interesante dualidad en la sociedad de la época en la que asocia el nivel socioeconómico con la estética.

Personajes

Basil Hallward: Pintor notable, con fama reconocida, al conocer a Dorian Gray siente la pulsión de pintarle un cuadro, sufre como un “enamoramiento” al ver tanta perfección. Es tan fuerte este sentimiento que consigue pintar un retrato absolutamente mágico que mantendrá al dueño, pues se lo regala a Dorian, incólume al paso del tiempo. Sufrirá una gran decepción cuando empieza a descubrir lo vil que puede llegar a ser el modelo de su cuadro.

Lord Henry Wotton: Hombre notable dentro de la nobleza londinense de la época. Absolutamente maravillado con la belleza y perfección de Dorian Gray. Esto le lleva a conseguir ser su mejor amigo y a ejercer sobre Gray una influencia nefasta al convertirlo, por sus enseñanzas, en un ser descreído, superficial y totalmente egocéntrico que no repara en hacer daño a los demás siempre que le sirva a él para seguir siendo feliz. Para mí es el personaje más importante de la novela, porque a través de él podemos ver, quizá con más rotundidad, los valores de moda en la alta sociedad victoriana, el nihilismo, el cinismo y la vacuidad en la que se movían. Son muy buenas sus frases inteligentes, mordaces y muy certeras, sobre la filosofía, la vida y las costumbres de la época. A pesar de titularse El retrato de Dorian Gray, para mí, el personaje clave de la novela es él.

Sibyl Vane: Joven de diecisiete años, actriz en un teatro de barrio de mala muerte, donde representa obras de grandes autores pero con un elenco de actores a cada cual más horrible. Ella consigue ser sublime en sus papeles de enamorada, lo que lleva a Dorian Gray a enamorarse de ella perdidamente, hasta el punto de querer llegar a ser una buena persona. Dorian consigue enamorarla y entonces es cuando surge la tragedia.

Temas

Aunque nuestra sociedad del siglo XXI está a un mundo de distancia de la del siglo XIX en avances científicos y tecnológicos, y a pesar de que creemos haber evolucionado en muchos aspectos (en algunos sí), he encontrado bastantes parecidos entre los valores de una y otra épocas. La estética, el culto a la imagen y las apariencias son (tristemente) pilares fundamentales en nuestra vida cotidiana (o al menos en las de muuuchas personas que nos rodean). Seguimos viviendo en una sociedad superficial y hedonista en la que la belleza triunfa y pasa por encima otras muchísimas cualidades igual o más válidas que esta.

No solo es importante la imagen física que presentamos al mundo, también lo es la idea que los demás tienen de nosotros. En numerosas ocasiones, la hipocresía y las apariencias se mezclan con la verdadera esencia de las personas, difuminando los límites de la personalidad y haciendo casi imposible de distinguir lo real de lo ficticio.

Estilo

Me ha maravillado el cuidadísimo estilo de Oscar Wilde. Es detallado y minucioso en sus descripciones que, además, desbordan lirismo: tiene una asombrosa habilidad para crear magia con el lenguaje, para inventar nuevas formas de expresión que sorprenden y deslumbran. Todo es una metáfora que llena de colorido y viveza las páginas de la novela.

Sin embargo, la belleza no le resta certeza y veracidad a sus palabras. El libro está lleno de frases, casi todas en la boca de Lord Henry Wotton, que resultan absolutamente acertadas y que varias de ellas las utilizamos hoy en día, aunque no sepamos de donde proceden.