Reseña Eternidad, Alyson Noël

Título: Eternidad
Autora: Alyson Noël
Editorial: Montena
ISBN: 9788484415510 
Nº páginas: 376 pags
Precio: 14.96€ 
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Saga Los inmortales
1. Eternidad
2. Espejismos
3. Tinieblas
4. Tentación
5. Desafío
6. Destino

Sinopsis

Desde que un trágico accidente acabó con las vidas de sus padres y su hermana, Ever puede oír los pensamientos de todos los que están a su alrededor, ver su «aura» (el halo de luz que les rodea) y descubrir su pasado con sencillamente tocarles la piel. Además, Ever se comunica con el espíritu de su hermana, que la visita casi todas las noches en casa de su tía. Tras unos meses de convalecencia, Ever empieza el curso en una nueva escuela, donde pronto se gana la fama de «chica rara». Solo tiene dos amigos, los también excéntricos Haven y Miles. Tengo que decir que me encantan estos dos personajes, únicos. Pero todo cambia cuando un chico nuevo se incorpora a su clase: se llama Damen y es atractivo y exótico, por lo que todas las chicas, Haven incluida, quieren ganarse su interés. Ever, como siempre, se mantiene al margen, pero, para su sorpresa, cuando Damen la mira por primera vez a los ojos, le trasmite una sensación especial, indescriptible, casi mágica. Damen no tiene aura y además, cuando se acerca a ella, interrumpe el corriente de pensamientos que la atormentan.Con el paso de los días, y a pesar de negárselo a sus amigos y a sí misma, Ever no puede evitar enamorarse de él… Pero ¿quién es Damen en realidad?

Opinión personal

Aviso que a partir de aquí puede haber spoilers.

No está mal como principio pero espero que mejore.

El libro en sí me dejó una sensación bastante rara. Ha habido partes soporíferas, partes en las que me reía por no llorar y partes que eran pasables.

Por un lado, es bastante típico. Chica rara, Ever, que deja atrás una vida estupenda para sumergirse en una triste existencia conoce a chico espectacular, Damen, que lo tiene todo. Y el amor es instantáneo. Tanto, que es que ni te das cuenta de lo que ha pasado. Empiezan a "estar juntos" inmediatamente. No se me hizo muy creíble. Es cierto que luego puede medio explicarse forzando un poco la imaginación, pero al principio queda bastante flojo.

Además, está la mala malísima: Drina. Que por supuesto fue la amante de Damen y de la cual él se arrepiente a pesar de no poder resistirse a ella. Esto me hace dudar de la bondad de Damen, aunque por otro lado nos muestra una cara más vulnerable que lucha por ser fiel a sí mismo y por el amor de Ever.

Por otro lado, la historia da un giro que no me esperaba, pues contaba con que sería una trama con vampiros de por medio. Es lo único que me sorprendió y me agradó enormemente. Los personajes resultan ser algo diferente a lo que yo creía y me parece una salida interesante. Además, el hecho de que se reencuentren una y otra vez en las diferentes reencarnaciones de Ever, me parece un argumento de lo más romántico. Si bien es cierto la forma de explicarque nunca hayan podido "consumar su amor" hace la trama bastante un poco cómica. Y en ocasiones, para qué negarlo, me desesperaba tantas dudas y tanto drama alrededor del mismo tema. Además, tanto hablar del tema, tanto darle vueltas... Algunas situaciones y conversaciones son absolutamente surrealista. Este aspecto me ponía de los nervios.

Es uno de los que más me gustaron de los cuatro que me he leído de esta saga y creo que satisfará las aspiraciones románticas de cualquier lectora que crea en el amor eterno. Interesante, entretenido y ligero de leer pero sin grandes emociones. A pesar de eso, ha conseguido engancharme hasta leerme los tres siguientes. Quizá soy demasiado benevolente y me gusta darles varias oportunidades a las novelas/autores. Quizá el libro tenga algo.

Valoración personal:

Citas:

Fui tras ellos. Al principio traté de correr para alcanzarlos, pero después aminoré el paso y decidí quedarme atrás. Me apetecía pasear  por aquel enorme y fragante prado salpicado de árboles y flores palpitantes  que no dejaban de vibrar, así que cerré los ojos para protegerme de la bruma que hacía que todo resplandeciera. Me prometí que solo sería un momento, que no tardaría en seguirlos de nuevo. Pero cuando por fin volví la vista hacia ellos, apenas tuve tiempo de ver cómo me sonreían y se despedían con un gesto

de la mano antes de cruzar el puente y desvanecerse. Me asaltó el pánico. Miré por todas partes. Corrí de un sitio a otro, pero todo tenía el mismo aspecto, envuelto en esa bruma cálida, blanca, destellante, brillante, hermosa, absurda y eterna. Caí al suelo. Sentí el frío contra mi piel y mi cuerpo comenzó a retorcerse.

Lloré, grité, maldije, supliqué e hice promesas que sabía que jamás podría cumplir.

Y entonces oí que alguien decía:

—¿Ever? ¿Te llamas así? Abre los ojos y mírame.

Volví con gran dificultad a la superficie. Volví al lugar donde todo era dolor y miseria, donde sentía una herida palpitante y húmeda en la frente. Observé al chico que estaba inclinado sobre mí, contemplé sus ojos oscuros y susurré:

—Sí, soy Ever.

Después volví a desmayarme.

Y no solo porque Damen es increíblemente guapo, con ese cabello brillante y negro que le llega justo por encima de los hombros y se ondula alrededor de sus esculturales pómulos, sino porque cuando gira la cabeza hacia mí y se levanta las gafas de sol para clavarme con la mirada, me doy cuenta de que tiene unos ojos almendrados y oscuros que me resultan extrañamente familiares, y unas pestañas tan abundantes que parecen postizas. ¡Y qué labios! Tiene una boca grande e incitante, con la forma perfecta del arco de Cupido. Y su cuerpo es grande, esbelto y duro, cubierto de arriba abajo con ropa negra.

—Las preocupaciones de hoy son los miedos de ayer y las historias de mañana.

Nunca sabes lo que tienes hasta que lo has perdido.

Solo el amor cura. La rabia, la culpa y el miedo solo pueden destruirte y separarte de tus verdaderas capacidades.