Título original: Wallbanger
Autora: Alice Clayton
Editorial: Cisne
ISBN: 9788415962120
Nº páginas: 366 págs.
Precio: 12,30 €
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Saga Cocktail
1. El seductor
2. Rusty Nailed
3. Screwdrivered
4. Mai Tai'd Up
Sinopsis
Caroline se acaba de mudar a San Francisco. Ha alquilado un piso donde vive con su gato Clive, y ha empezado a trabajar como diseñadora de interiores. Su nueva y excitante vida también incluye a Simon, un vecino algo peculiar, y unas paredes que parecen papel de fumar. Noche tras noche, el mujeriego, como Caroline suele llamarle, la despierta con ruidos escandalosos... No oye únicamente su cama golpeando rítmicamente la pared que separa las dos habitaciones sino también los gritos de éxtasis de sus acompañantes. Pero lo peor de todo es que esta situación no hace más que recordarle que está en dique seco.
Una noche, después de una sesión particularmente ruidosa, Caroline decide tomar cartas en el asunto y quejarse. Pero no esperaba sentirse atraída por Simon. Cuando abre la puerta y ve que solo lleva una sábana blanca alrededor de su cintura, lo encuentra delicioso e irresitible. Pronto las fantasías protagonizadas por este misterioso semental es lo que la mantendrán en vilo.
Caroline y Simon volverán a encontrarse en una fiesta donde, por fin, podrán hablar en una situación normal. Él resulta ser bastante encantador, y nada tiene que ver con el gigoló que Caroline se había imaginado. Incluso podrían llegar a ser buenos amigos... O quizás algo más.
Opinión personal
Los spoilers, si los hay, estarán debidamente indicados.
Cuando comencé a leer este novela hacía poco que había terminado de devorar Un tipo odioso {reseña} que, por cierto, me encantó. Por lo que leyendo la sinopsis esperaba encontrar una historia y unos personajes algo similares. Quizá un poco tópicos pero con un toque fresco y, sobre todo, eficaces a la hora de llegar al público de este género. Pues bien, por desgracia, nada más lejos de la realidad: esta lectura además de simple me ha resultado hasta aburrida.
Creo que, con los ingredientes que la autora tenía en un principio, podría haberlos mezclado de tal manera que resultara una historia divertida, intensa y entretenida, sin grandes pretensiones pero que mantuviera la atención del lector y animara una calurosa tarde. Sin embargo, las pocas escenas un poco más divertidas no son suficientes para compensar el resto de clichés de la trama, tonterías de los personajes y escenas en las que da la sensación de que no pasa nada de nada. Y, por supuesto, en ningún caso me he reído a carcajadas ni me ha parecido una historia increíblemente divertida como había leído en algunas reseñas por ahí.
Caroline llega a un nuevo piso con mucha ilusión por decorarlo y por vivir una vida tranquila y, resulta que la primera noche su vecino de al lado la despierta nada más y nada menos que aporreando la pared que los separa mientras se acuesta con una ruidosa desconocida. Y así noche tras noche, con diversas señoritas que entran y salen de la casa de este exitoso mujeriego. Hasta que Caroline se harta y se enfrenta a su ruidoso vecino.
Creo que la base desde la que parte la novela podría haber dado para mucho más: se podría haber desarrollado un tira y afloja inicial entre los dos protagonistas con mucha más sustancia y mucho más atractivo. No he sentido la química ni la tensión entre los protagonistas más que en contados momentos, y es una verdadera pérdida porque es un detalle clave para el éxito de este tipo de novelas. No me los he creído ni juntos por separado: los personajes me han parecido totalmente mundanos y anodinos, ni ella tiene chispa ni es especialmente interesante, ni él me ha resultado particularmente atractivo e irresistible. Además, ella hace mención a su perdido O (de orgasmo, claro) y habla de él como lo hace Anastasia Steele de su diosa interior. Desesperantemente irritante.
No me ha convencido en absoluto ni el desarrollo de la relación amorosa ni los encuentros sensuales (muchos menos de los que me esperaba, es más, son muy muy puntuales). El componente erótico-festivo además de escaso es poco atractivo y carente de toda emoción/sensualidad/calentura/interés en general.
Tampoco me han gustado las interacciones con las dos mejores amigas de ella y los dos mejores amigos de él: demasiadas coincidencias, demasiadas exageraciones, demasiado poco creíble todo. Se conocen por casualidad, os aseguro que es muy casual y natural todo (nótese la ironía) y a partir del primer encuentro hacen buenas migas y deciden empezar a quedar los seis. Los enredos y relaciones que se van fraguando entre ellos que me han parecido demasiado obvios y los momentos en los que quedan para hacer planes juntos no me han aportado nada más que tópicos ya muy vistos y poco efectivos.
Creo que, con los ingredientes que la autora tenía en un principio, podría haberlos mezclado de tal manera que resultara una historia divertida, intensa y entretenida, sin grandes pretensiones pero que mantuviera la atención del lector y animara una calurosa tarde. Sin embargo, las pocas escenas un poco más divertidas no son suficientes para compensar el resto de clichés de la trama, tonterías de los personajes y escenas en las que da la sensación de que no pasa nada de nada. Y, por supuesto, en ningún caso me he reído a carcajadas ni me ha parecido una historia increíblemente divertida como había leído en algunas reseñas por ahí.
Caroline llega a un nuevo piso con mucha ilusión por decorarlo y por vivir una vida tranquila y, resulta que la primera noche su vecino de al lado la despierta nada más y nada menos que aporreando la pared que los separa mientras se acuesta con una ruidosa desconocida. Y así noche tras noche, con diversas señoritas que entran y salen de la casa de este exitoso mujeriego. Hasta que Caroline se harta y se enfrenta a su ruidoso vecino.
Creo que la base desde la que parte la novela podría haber dado para mucho más: se podría haber desarrollado un tira y afloja inicial entre los dos protagonistas con mucha más sustancia y mucho más atractivo. No he sentido la química ni la tensión entre los protagonistas más que en contados momentos, y es una verdadera pérdida porque es un detalle clave para el éxito de este tipo de novelas. No me los he creído ni juntos por separado: los personajes me han parecido totalmente mundanos y anodinos, ni ella tiene chispa ni es especialmente interesante, ni él me ha resultado particularmente atractivo e irresistible. Además, ella hace mención a su perdido O (de orgasmo, claro) y habla de él como lo hace Anastasia Steele de su diosa interior. Desesperantemente irritante.
No me ha convencido en absoluto ni el desarrollo de la relación amorosa ni los encuentros sensuales (muchos menos de los que me esperaba, es más, son muy muy puntuales). El componente erótico-festivo además de escaso es poco atractivo y carente de toda emoción/sensualidad/calentura/interés en general.
Tampoco me han gustado las interacciones con las dos mejores amigas de ella y los dos mejores amigos de él: demasiadas coincidencias, demasiadas exageraciones, demasiado poco creíble todo. Se conocen por casualidad, os aseguro que es muy casual y natural todo (nótese la ironía) y a partir del primer encuentro hacen buenas migas y deciden empezar a quedar los seis. Los enredos y relaciones que se van fraguando entre ellos que me han parecido demasiado obvios y los momentos en los que quedan para hacer planes juntos no me han aportado nada más que tópicos ya muy vistos y poco efectivos.
Valoración personal:
